jueves, 2 de febrero de 2017

Entre Colinas y Pajamas

El acondicionador parece estar a su máxima capacidad, ya siento que el cuerpo en especial la espalda y las nalgas son parte de la cama, es como si la cama me succionara cada segundo para hacerme parte de ella.

El moverme es difícil, el dolor no ayuda. Quiero moverme para buscar calor y para no dejar que la cama me siga absorbiendo.

El frio ya está en el los huesos y una vez está ahí no hay forma de que salga a menos que estés en el exterior.
Llevo dos días así, por fin me están desconectando cosas, ya salí de la cama y me senté un rato en una silla más dura que una piedra de campo. El salir de la cama fue doloroso, pero glorioso.

Decidí caminar, fueron como 20 pasos hasta la puerta. Una vez llegué miré a la izquierda y nada un pasillo y una doblada a la derecha. Cuando miré a la izquierda más o menos lo mismo, pero al final habían unas ventanas y una de ellas la de la izquierda estaba abierta. Decidí hacer mi primera caminata por el lado derecho. Cuando llegué a la curva en vez de seguir la vuelta redonda fui hacia la ventana.

Me pegué y miré, allí estaba yo en un 9no piso mirando por la ventana arrastrando un suero en camisa y pantalones de pajamas que no combinaban junto a Any. Tenía una visión como de 200 grds a la redonda. Lo primero que noté fueron las colinas, estamos rodeados de colinas, no importa que esté en el área metropolitana, estamos bendecidos por esta naturaleza tan exquisita que nos rodea. En Puerto Rico hay cosas que les llaman planicies, pero creo que es más bien por que ese lugar en especifico es plano, pero cuando miras alrededor vas a ver colinas y montañas.

Esto lo puede apreciar ahora porque estaba en pajamas mirando por la ventana de un 9no piso, estas cosas no las apreciamos cuando estamos caminando o vamos viajando con nuestro carro por las áreas de la ciudad. Vivimos rodeados de colinas, sal y disfruta la naturaleza.

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